
Monseñor Luis F. Miranda Rivera fue ordenado sacerdote el 14 de septiembre de 1984 en la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús en la calle Loíza, de manos del recordado Su Eminencia Luis Cardenal Aponte Martínez. Desde ese momento, inició un camino de servicio a la Iglesia que lo ha llevado a diversas parroquias y comunidades, dejando una huella imborrable en cada una de ellas.
Cronología de su Vida Sacerdotal
1984–1987
Parroquia Santa María del Monte Carmelo, Madrid, España
1987–1989
Parroquia Nuestra Señora del Carmen, Morovis, Puerto Rico
1989-1990
Parroquia La Resurrección del Señor, Mayagüez, Puerto Rico
1990-2005
Parroquia Nuestra Señora del Rosario, Ciales, Puerto Rico
2005-2014
Iglesia Sagrada Familia, Residencial Luis Llorens Torres, San Juan, Puerto Rico
2014-2020
Parroquia Santa Teresita, Santurce, Puerto Rico
Uno de los hitos más importantes es su ministerio llegó en 2020, cuando el Papa Francisco lo nombró Obispo de la Diócesis de Fajardo - Humacao, consolidando una trayectoria de servicio marcada por su amor incondicional al reino de Cristo y su Iglesia.
Además de su trabajo pastoral en las parroquias, Monseñor Miranda Rivera asumió importantes responsabilidades a nivel diocesano y nacional:
Otros Roles Destacados
1996-2020
Delegado Nacional de la Tercera Orden del Carmen en Puerto Rico
1996-2020
Confesor de las Siervas de María en el Viejo San Juan
2005-2010
Confesor del Colegio San José, Villa Caparra
2010-2020
Confesor del Colegio Mater Salvatoris
2013-2020
Vicario Episcopal de San Juan-Santurce y moderador del Consejo Presbiteral
Una Vocación Nacida en la Fe
El llamado vocacional de Monseñor Miranda Rivera fue claro desde su infancia. Recuerda con cariño cómo su abuela, Juliana Rivera Miranda, lo llevaba a la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús en la calle Loíza, donde comenzó a cultivar su amor por Cristo y la Virgen del Carmen. “Me ordené enamorado de Cristo y de la Iglesia, y todavía sigo enamorado de ambos”, confiesa Monseñor. Ese amor ha crecido aún más desde su ordenación episcopal en 2020, cuando fue llamado a ser el pastor de la Diócesis de Fajardo-Humacao.
Monseñor destaca que sus primeros tres años de sacerdocio en Madrid fueron un desafío, pero también una etapa de gran aprendizaje. Sin embargo, de todos los lugares donde ha servido, recuerda con especial gratitud sus años en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario en Ciales, la Capilla de la Sagrada Familia en el Residencial Luis Llorens Torres y su tiempo como Delegado de la Tercera Orden del Carmen y confesor de las Siervas de María en el Viejo San Juan, un ministerio que disfrutó profundamente.
La Espiritualidad Carmelita: Pilar de su Vida
La espiritualidad carmelita ha sido el sustento que ha mantenido firme a Monseñor Miranda Rivera a lo largo de su vida sacerdotal. Su devoción a la Virgen del Carmen y al profeta Elías han sido fuentes de inspiración constante. Un consejo que recibió del Padre Tarcisio Ma. Gotay Figaredo O.Carm al momento de su ordenación ha guiado su ministerio hasta hoy: "Vive enamorado del altar y del confesionario". Este consejo lo ha acompañado y sigue siendo un principio central en su vida sacerdotal.
Mirando Hacia el Futuro
A sus 40 años de sacerdocio, Monseñor Luis Francisco Miranda Rivera O.Carm continúa lleno de energía y desea seguir sirviendo a la Iglesia por muchos años más. "Espero seguir gastándome por el reino de Cristo", dice con determinación. Su amor por el ministerio no ha disminuido con los años; al contrario, sigue firme en su compromiso como padre y pastor de la Diócesis de Fajardo-Humacao.
Con este 40º aniversario, la comunidad católica se une en una celebración llena de gratitud por su testimonio de fidelidad y entrega. Que el legado de Monseñor Miranda Rivera continúe siendo una inspiración para todos los que caminan en la fe, y que su ejemplo de amor y servicio a la Iglesia siga iluminando a futuras generaciones.